Bocas amargas y dulces. Pieles de todos los colores y estratos. Lenguas que hablan varios idiomas y que se abrazan entre sí para poder entenderse. Ojos verdes con cabellos negros, ojos negros con cabellos dorados. Labios colmados de carne y labios faltos de ella. Latitudes y longitudes que contienen de todo, que se visten con toda clase de figuras geométricas, que se perfuman con miles de variedades de vida, y que coleccionan múltiples anatomías. Tierras de nieve, tierras de desierto, tierras amarillas y tierras grises. Cielos que dibujan un hechizo tornasol en las nubes, y cielos blancos que encantan invitando a la melancolía. Sabores exóticos. Sonidos que mancillan la monotonía. Cuerpos inflamados de ardentía, cuerpos deshechos de placer, cuerpos extasiados por el cansancio, cuerpos dotados de todas las configuraciones posibles. Miradas apagadas. Miradas apuntando hacia el sur y otras apuntando
“Y la poesía es eso que nos asombra y nos nombra, que nos taladra las sienes como un balazo.” Raúl Gómez Jattin