Ir al contenido principal

Un segundo de eternidad, un amor a primera vista




Caminaba con distracción, llevando mi mirada hacia objetos al azar, cuando en una bocanada de fortuna, delante de aquel mostrador cargado de joyas y maquillaje, apareciste tú. Fui puesta allí para inaugurar un show selecto, mis ojos fueron galardonados con la imagen de un ser de fantasía; ver esa expresión fue un rumor de amor a primera vista, un genuino portento, un momento de aquellos por el que cualquier ser humano caería de rodillas ante su dios.

Mis pies no me permitieron avanzar, ese momento tan perfecto me raptó en aquel lugar, por unos segundos yo gravitaba alrededor de tu imagen.
Verte fue escuchar un piropo que sonroja a la más secreta de las células del cuerpo, verte fue como encontrar un punto en el universo en el que se repite la felicidad indefinidamente.

Verte fue dar oídos a una nota deliciosa, en la voz de un piano sonando en la madrugada; verte fue sentir que el viento se sabía mi nombre y lo decía despacito y por doquier. Te vi y se formó en mi estómago un nudo de emociones, me desembarqué al instante del vagón de la nostalgia y empecé a caminar a hurtadillas por la estación de la plenitud.

Mirarte allí fue como ver salir palomas blancas del sombrero de un mago, como volver de carne y hueso toda la hermosura de las flores; tenerte cerca fue como derrocar la tiranía de mala suerte que me gobernaba por aquellos días.

A partir de esa ofrenda que me hizo la vida, me volví idólatra de las casualidades, de esos pequeños prodigios del tiempo que tienen el don de hacerte saber que la divinidad sí existe y que surca la vida, los aires, esperando el momento preciso para decir “yo estoy aquí”.

Usar las palabras “hermosura” o “deslumbrante” para describirte, es una total injusticia, tengo la convicción de que tu rostro es la carnada preferida de cupido. Ya me imagino cuántos luchan sin éxito a estas horas, tratando de sacarte de sus cabezas, sin la más vaga esperanza de poder concretar su tarea.

Tus formas esbeltas eran lo único nítido en aquella masa interminable de borrosidades. A ti, donde quiera que estés, fuiste un segundo de eternidad en mi historia; a ti, donde quiera que estés, fuiste un amor a primera vista.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El lado izquierdo de mi cama

Hoy me levanté por el lado izquierdo de mi cama y no fue hasta que tomé el primer sorbo de café que me di cuenta de que me amaneciste doliendo más que nunca. Miro las paredes que me rodean en busca de respuestas valientes, respuestas que me hablen fuerte, que me griten y me digan que no eres real, que eres un tonto juego que mi cabeza ha inventado; respuestas que te desalojen de mi mundo en un chasquido imperceptible. No importa cuántas veces grite tu nombre en mi mente, lo cierto es que no te vas a aparecer en frente de mi ventana para darme los buenos días y servirme el desayuno. Tengo que reaccionar, hacerme a la idea de que no habrá un “tú y yo”, de que no habrá una palabra conformada por la combinación de nuestros nombres. Tengo que pellizcar a mis sueños para que despierten y hagan frente a esta jodida realidad que me atraviesa, una realidad monótona y pesada en la que cuesta respirar, regada con matices de recuerdos antiguos de t

Hay amores

Hay amores fuego, amores viento, amores lluvia. Hay amores pasión, amores lujuria, amores fortuna. Hay amores despecho, amores al acecho, amores de hecho. Hay amores de un día, amores que valen la muerte   y amores que valen la vida. Hay amores pétalo, amores espina, hay amores que se quedan a la vuelta de la   esquina. Hay amores sin descanso y amores en pausa. Hay amores que enamoran para siempre, amores que no se atreven a entrar y amores que nunca nos dejan de mirar. Hay amores que se van volando, pero el viento mismo los regresa a su lugar de origen. Hay amores que se visten de obsesión, de villanos, y otros, en cambio, mueren siendo superhéroes. Hay amores que hieren y otros que cicatrizan. Hay amores valientes y amores que retroceden de miedo. Hay amores que son as bajo la manga y también amores ruleta rusa. Hay amores todo o nada, amores todo en uno, y amores indescifrables, forajidos, intratables, obstina

A la música

Primer amor. p oesía hecha vida, mi compañera de todas las horas, entre tus notas se mezcl an mis alegrías y mis triste zas. En los acordes de tus pianos y violines se abalanzan mis lágrimas en busca de consuelo. Los ritmos de tus tambores y guitarras han escul pido montañas de placer en este cuerpo de pi edras. Te he hecho mía. Me has hecho tuya. Has visto en gran angular las fracturas de mi piel y me has dado tu savia para curarlas. Has acariciado mis oídos como ninguna mujer en el mu ndo. Te he dedicado en silencio. Me he emborrachado con la magia que destilas hasta perder la conciencia. Tocaste mis manos desérticas y la s convertiste en alas doradas. Supiste perdonarme antes que yo misma pudiera hacerlo. Me abrazas todos los días y cuando lo haces, siento el ab razo de Dios. Contigo he ido al pasado y al futuro sin n ecesidad de una máqui na del tiempo. Me has enseñado a construir realidades paralelas