La noche se ha
convertido en mi mejor aliada,
en sus fauces
oscuras soy invencible,
bajo su abrigo
imagino mundos rebosantes de encanto y eternidad,
en ella mis
miedos palidecen y desmayan.
Noche que trae
consigo brillantes
y coloridas mariposas que me toman de la mano
y me llevan a las orillas del maravilloso y cálido océano que es tu cuerpo.
y coloridas mariposas que me toman de la mano
y me llevan a las orillas del maravilloso y cálido océano que es tu cuerpo.
Noches en las que
tu sombra y la mía
se funden en una caricia inmortal.
se funden en una caricia inmortal.
La penumbra me
susurra al oído,
de su voz
escucho que las fronteras entre tú y yo ya no existen nunca más,
las olas del
amor y el deseo
las han abatido sin compasión.
las han abatido sin compasión.
Noches que te
traen intacta a mi mente,
que se encargan
de recordarme el intenso color carmín de tu sonrisa
y los majestuosos hoyuelos de tus mejillas.
y los majestuosos hoyuelos de tus mejillas.
En plena
oscuridad
emergen fascinantes luces plateadas y doradas
que me permiten la dicha de contemplar nítido el negro de tus ojos.
emergen fascinantes luces plateadas y doradas
que me permiten la dicha de contemplar nítido el negro de tus ojos.
Noches en las
que un insignificante y diminuto pedazo de tiempo
me alcanza para fantasear toda una vida contigo.
me alcanza para fantasear toda una vida contigo.
En medio de esa
espesa negrura
me torno invisible para mirarte cuando duermes,
mientras que mis manos tímidas y sonrojadas
recorren cada minúsculo espacio de tu rostro.
me torno invisible para mirarte cuando duermes,
mientras que mis manos tímidas y sonrojadas
recorren cada minúsculo espacio de tu rostro.
Pero el alba que
se asoma a través de las blancas cortinas de mi habitación,
me devuelve al lugar donde todo empezó: mi cama;
me devuelve al lugar donde todo empezó: mi cama;
y mis noches
mágicas se apagan,
dejando cada vez,
cenizas de ti impregnadas con el olor de tu pelo,
empapadas con el ingrato aroma de aquello que pudo ser,
pero que se perdió en medio de la claridad,
a veces perturbadora,
que trae consigo el amanecer.
dejando cada vez,
cenizas de ti impregnadas con el olor de tu pelo,
empapadas con el ingrato aroma de aquello que pudo ser,
pero que se perdió en medio de la claridad,
a veces perturbadora,
que trae consigo el amanecer.
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